"En la noche repleta de vos...
de tu mirada.
Y no dejo de estar en tu adiós
en tu después vendrán..."
Francisco Bochatón
Sin dirigir una tímida mirada, sin comprender de que se trata, sin dejar de creer que aunque pretenda esconderlo, pasa...
Me tocó la puerta sin avisarme, llegó sin esperarlo, traicionera sensación de sentirse mundano mientras los colores obnubilan.
Somos mil esferas que aciertan un pleno en esta ruleta universal que vive al ritmo de la vida.
Yo no prometí volver a enamorarme y desprevenido contradije al ritmo del corazón.
Una mirada que transforma y embriaga el devenir y nos encuentra únicos, mirándonos con ternura en una calle que no conocemos, pero que sabe acobijarnos, mientras el asombro se apodera de la noche.
No nos dijimos nada al fin y al cabo... habíamos nacido ebrios de amor, para llamarnos amor y bautizarnos en nombre de él.
Sólo tengo palabras para darte y ahí se esconde todo lo que recién te dije...
Es una noche cualquiera que se vuelve la más especial de todas.
Infinito exponencial de un sueño que se ha dormido a la luz de la luna y a la vera de un río... dos copas que dieron el sí mientras dos miradas se besaban en la oscuridad.
La Plata octubre de 2013
1 comentario:
Quiero verte en días y ensueños...
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