1.2.12

TRANSITORIO

Entre sábanas muertas, me dispongo a enterrar el silencio y a permitirme un rapto de dicha verborrágica, una extensión de mí para el universo, la disociación del hombre y la pluma que sufre la tangencial catarsis de la vida.
Nunca es hermoso el mundo, si nos asesina con clichés, con falsas promesas y con desamores que abundan más que el propio aire que respiramos.
Tocamos mil puertas y no entramos jamás... El desapego y la herencia deberían enseñarnos a vivir evitando sobrevivir a los avatares que tanto daño nos provocan.
Enciendo mi cigarrillo número mil y dibujo firuletes en el aire... Habré de coronar lo escrito en algún lugar de esta inmensidad donde alguna vez sentí ganas de amar?
Dulce sinceridad que justifica los fracasos, llamándolos desatino.
Es la noche donde decidí quedarme a buscarte, donde entendí que mi último pleno ya no tiene valor y donde la verdad salió a la luz...
Mi techo son las estrellas que se lucen colmadas de belleza; transpiran el aire de los jazmines un verano en el que me dediqué a perder en el amor, pero también en el juego.
Todos los recuerdos se desplazan hacia una esquina que va a encargarse de quemar nuestros nombres para no dejarnos volverlos a pronunciar.
Largos días de mirar el almanaque y verlo rendirse ante una llegada que nunca vendrá, y el sonido mudo del silencio será la amante perfecta para animarnos a descorchar un sorbo de medicina etílica en nuestra alma.
Es el destino de los que aman sin pedir nada más que un poco de amor que jamás le será otorgado, pues son el puente preciso hacia la felicidad y un simple eslabón en la cadena alimenticia del amor humano que fagocita al amor poeta.
En algún rincón creí hallarte ciega y desorientada... Tus heridas adorné con flores de mayo para que su aroma reviviera tu sonrisa... Pero no soy más que lo que ves y, tal vez, eso no vaya a alcanzarte.
No vas a elegirme porque el amor a cuentagotas no es más que un soplo leve de amor... Tu amor es la verdad que subyace desde que decidiste ir a buscar al verdadero amor.
No rencores ni despechos... Sólo buenos augurios y felicidad en tu vida...
Creo que he de partir... Creo que has de partir... O que nunca has llegado.




16-01-2008 En alguna habitación del mundo de los sueños que se hacen realidad.

1 comentario:

GALO PIERROT dijo...

mi alma mira hacia el sur... soy de allá...

Vi las mejores mentes de mi generación destruidas por la locura, hambrientas histéricas desnudas,arrastrándose por las calles de los negros al amanecer en busca de un colérico pinchazo...

ALLEN GINSBERG "AULLIDO"