DOS Y MEDIO

"Espero que las llamas del alba
traigan un rumbo a mi vida.
Espero solo espero tu nombre
sobre mi nombre en este día."

Soledad reinante, de domingo que convalece, que se tira a dormir bajo un sol abrasador, mientras la caja de recuerdos desborda.

Dos cuerpos que se hablan distantes, mil momentos de quietud en una lejana ciudad... sentir la respiración de tu nombre en mi centro. 

Nada nos pasó, todo de pronto se hizo humo y tinieblas... es que te extraño tanto que no me atrevo a decirte que se acercan días hermosos.

Las afueras... Donde conviven los tesoros más inesperados. La Virgen me ve llorar, las golondrinas me acompañan, la aventura es buscarnos acá, recordar que estuvimos en esa explanada mirando la vida sonreír.

Es triste no tenerte de compañera acá, mientras le cuento a un grupo de personas lo que ocurrió un día como hoy hace doscientos años.

No tengo quien me admire con amor y no tengo a quien amar con admiración...

Todo es confuso en mí, desde que no tengo destino. Te busco, te huelo, te siento en cada momento... el llanto no puede disimularse y las horas pasan.

Te sigo buscando, tu nombre es el envase de tu ser, de tu vida asombrando a este hombre que te daría la fórmula de la felicidad a cambio de tu mirada.

Tu nombre está acá... dormitando... sereno bajo un cielo esplendoroso.

Jugar con vos...

Un beso...

Leerte...

Irnos lejos...

Tenerte toda...

Estar eternamente...

Abrir los ojos y verte...

Morir en vos...

Oír tu nombre en la próxima vida.

Luján 03/02/2013