14.2.13

SAN VALENTÍN Y LA SOLEDAD

Según el momento, puede ser un día más o menos especial... siempre es especial el saberse querido, el situarse en un par de brazos que abrazan con fervor, con desesperación, con aroma a eternidad.
Es el día donde los enamorados sienten que les llegó el momento de brindarse un día entero... es ese segundo en las estrellas, cuando la vida estalla en mil partes que se hacen un rompecabezas, un juego de reacomodar y armar la estructura del amor.
La soledad de los solitarios no comprende esto y enamora con dolor, con la ilusión intacta de sentir la libre sensación de viajar en globo y abrazar el aire casi por completo.
Son momentos difusos que la vida nos pone en el camino, son lágrimas cayendo por el cuerpo de un papel en blanco donde nunca se escribió la historia del amor, del amor verdadero, el que nos  brota por los poros, el que sabe a cerezas y fe, a montaña y humus, a viaje y futuro... el amor de los enamorados que van a fingir estar vivos, enteros, inexorablemente fundidos en el arte de amar y ser amado.
Trascender es poder sentir que, a pesar de que lo vemos lejano, siempre nos inyecta su dosis de veneno saborizado, vierte en nuestras bocas hermosas metáforas que repetimos hasta que mueren y nacen nuevas generaciones de palabras escritas o pronunciadas... que se escapan hasta nuestras cuerdas vocales para sonar bien fuerte, hasta ser oídas por esa persona que elegimos elegir, para que inmortalice nuestras ganas de amar.
Somos de ilusiones y colmenas, de fragilidad y plegarias, de nueces y vergeles donde asoma ese beso no concretado, esa tibia liviandad que nos muerde los labios con timidez, hasta dejarlos convalecientes.
Yo quiero dedicarle una vida entera al amor y sentir que elegirlo es salir a buscarlo...
Yo no soy amor porque apenas soy un hemisferio de él, que no encuentra la otra mitad de la historia...
Yo te compro todo el amor del mundo en papeles, sólo si sé que puedo convivir con que me duelas tanto como esta enfermedad llamada soledad...
Yo vivo en soledad porque San Valentín no se apiada de mí y me obliga a salir a buscarte...
Yo te regalo todos los días enamorado de vos, aunque el precio siga siendo no encontrarnos.







Buenos Aires febrero de 2013

7 comentarios:

GALO PIERROT dijo...

Todo lo que pasa deja una huella que evitamos ver (...) entre la espada y el sopor... el precio de las cosas cuanto mas misteriosas, se vuelve mas dificil de predecir...

FELIZ DÍA TORTOLITOS!!!

Unknown dijo...

Son momentios que debemos asumir... para amar, nos queda el resto de la vida... Cariños!

GALO PIERROT dijo...

me queda toda una vida para amar... pero ese momento sea quizá el más significativo! besotes!

Unknown dijo...

Eso depende de lo que desees... un momento, un único momento significativo... o distintos momentos,igualmente significativos por lo que cada uno represente en tu vida... Beso!

GALO PIERROT dijo...

que interesante el intercambio, es favorable y oportuno lo que decís porque en esa dicotomía estoy construyendo mi presente! besotes!

Unknown dijo...

Una vez, igual que tú, quise que un momento fuera eterno. Pero cuando creces y te llenas de cosas lindas, te das cuenta que todo valió la pena, el amor, el desamor, incluso, el momento que sólo es eterno en nuestro corazón y que parece y que nos hace sentir inmensamente solitarios. Después de todo, ese es el fondo que importa, el resto, son formas que van y vienen y que se deforman a medida que transcurren. Lo lindo y maravilloso es que puedes elegir con cual te quedas y a cual desechas. Y en eso, no hay dicomotomía ;)
Abrazo!

GALO PIERROT dijo...

gracias por tus palabras! un besote grandote!

Vi las mejores mentes de mi generación destruidas por la locura, hambrientas histéricas desnudas,arrastrándose por las calles de los negros al amanecer en busca de un colérico pinchazo...

ALLEN GINSBERG "AULLIDO"