Vuelve a mí. Cada día será como el primero, no habrá mas lagrimas a tu alrededor, tampoco verás caer el tiempo en un reloj sin agujas, pues nuestro tiempo será infinito.
Tengo un universo esperando por ti en alguna ciudad desierta de pena, la melancolía ha muerto con la rapsodia de aquel ogro que osó lastimarte.
Nuestro brillo sigue a las olas de un mar incendiado; tal vez haya poco que decir...
¿ Hacia donde te diriges cuando me marcho sin dirección? Puede ser que nada quede en mi mochila, mejor será volver a las fuentes.
Me queda poca respiración, dime que hacer en esos segundos de angustia burlona, macabra, despiadada, casi lacerante.
Trasciende mi fulgor con palabras precisas, con ensoñaciones estrafalarias, sin razón, con las sombras acribillándome lentamente.
Si por muerto me dieras; si tu fe se terminara con cada recuerdo mío...
No sufras y sala tus heridas, pues ya no estaré para cuidarte.
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