17.6.08

Omnisciente



Sublimando tus horas asesinas... no logro sino desesperar, aclamarte, devorar mi tiempo pensándote, interpretar tu mirada en la imponente sazón de tu andar...


Viajaba ya sin destino, todo sería el comienzo del fin... perdóname, necesitaba matarme por amor.


Y tan sapiente te veías, tan lozana y conmovedora, tan ser entre los mortales... que intenté fecundar un sueño que te desterrara de mi mente, de mi alma, de mi vida finita.


La ciudad te interponía en cada uno de mis pasos, en mi reloj, en mi humilde poesía... y yo desgarrándome los ojos por no verte en abriles lluviosos.


E interactuábamos en solemnes secuencias “shakespeareanas”, buscábamos enamorarnos de vivir del mar, “primaverear”, soltar el suspiro que nos hacía suspirar de tanto necesitarnos.


Noches de verte lejana, días de estar dibujándote en bosques y praderas... ahora el sinfín de los otoños...


Capullo sereno y dormitando.

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Vi las mejores mentes de mi generación destruidas por la locura, hambrientas histéricas desnudas,arrastrándose por las calles de los negros al amanecer en busca de un colérico pinchazo...

ALLEN GINSBERG "AULLIDO"